La madera es un material natural y vivo, y como tal experimenta continuos cambios al interactuar con el ambiente que la rodea.
Puesto que el piano está compuesto principalmente de madera, conviene colocarlo en habitaciones en las que la temperatura y la humedad relativa del aire estén controladas y no experimenten variaciones bruscas. Si la humedad relativa supera los valores recomendados, como puede ocurrir en zonas húmedas y especialmente durante las estaciones intermedias y en verano, esta puede reducirse utilizando aparatos deshumidificadores que se pueden encontrar con facilidad en el mercado. La humedad relativa alrededor de su piano no debería descender del 30 % ni superar el 70 %.
Si la humedad relativa es demasiado baja, como ocurre durante el invierno en las habitaciones cerradas a causa de las instalaciones de calefacción, esta puede aumentarse por medio de sistemas normales de humidificación que se pueden encontrar con facilidad en el mercado. En cualquier caso, no se debe dejar nunca el piano en una habitación demasiado seca.
Se recomienda colocar el piano lejos de paredes exteriores y ventanas, que sufren en mayor medida los efectos de los cambios bruscos de la temperatura exterior. Además, conviene evitar que los rayos del sol incidan directamente sobre las superficies del piano, creando concentraciones de calor y una subida localizada de la temperatura, con los consiguientes peligros de tensiones y posibles agrietamientos de la pintura o de la madera.
Se aconseja no apoyar sobre el piano objetos de ningún tipo, para evitar posibles vibraciones molestas, y en especial botellas o vasos, ya que si se derramase su contenido dentro del piano se podrían ocasionar graves daños al instrumento.
La compra de un piano representa una inversión a largo plazo; el mantenimiento de las condiciones óptimas desempeña un papel crucial en la preservación del valor del instrumento a lo largo del tiempo. Su durabilidad depende en gran medida de la calidad del mantenimiento efectuado. Este debe encargarse a un técnico cualificado que cuente con una certificación oficial. La calidad acústica y de funcionamiento del piano depende de:
Nuestro oído se adapta tan fácilmente a condiciones diferentes que a menudo no nos percatamos de cuándo un instrumento está desafinado. . La afinación de un piano varía por medio de un proceso gradual, de manera que la mayoría de las veces el oído se adapta a las diferencias de afinación, sobre todo si el cambio se produce de manera más o menos uniforme en todas las notas del teclado. Si no se efectúa la afinación periódicamente, puede resentirse la educación del oído, además de la salud el instrumento. La frecuencia recomendada para la afinación del piano varía según el uso que se haga del instrumento, tanto en lo que respecta al tiempo como a la intensidad. De todos modos, conviene llamar al técnico de confianza como mínimo dos veces al año.
El teclado y la mecánica del piano, formados a su vez por diversos componentes de madera sensibles a las condiciones atmosféricas, están sujetos a pequeñas variaciones de ajuste, sobre todo al ser piezas sometidas continuamente a esfuerzos. Esto causa alteraciones en la respuesta del teclado. Una mecánica y un teclado bien regulados son esenciales para la fiabilidad de la ejecución, de manera que conviene solicitar al técnico que regule al menos una vez al año la mecánica para corregir las leves alteraciones que se producen en la respuesta del teclado.
La entonación es la práctica por la cual el técnico, mediante una herramienta especial llamada entonador, provisto de tres agujas, es capaz de modificar la densidad del fieltro que recubre la cabeza del martillo, de la cual depende el timbre del sonido del piano. De hecho, los fieltros de los martillos, con el uso, con las variaciones climáticas y con el tiempo, tienden a endurecerse de manera desigual: depende de la habilidad del técnico restaurar la igualdad y la belleza de timbre punzando los fieltros de los martillos con el entonador.
Aun si se da poco uso al instrumento, se recomienda:
Los componentes del piano pueden presentar acabados y tratamientos de diverso tipo. Por ello, el cuidado de las distintas superficies es muy variado y debe realizarse con gran atención en función de cada caso.
Para la limpieza de las superficies satinadas se recomienda utilizar un paño suave ligeramente humedecido con líquido detergente no agresivo (que no contenga ningún tipo de disolvente) sin ejercer presión y con movimientos circulares. Para la limpieza de las superficies brillantes se recomienda eliminar el polvo mediante un paño suave ligeramente humedecido con líquido detergente no agresivo. No se deben utilizar en ningún caso productos que contengan sustancias abrasivas.
También las partes metálicas requieren cuidados y atención. Las bisagras, los acabados y la tornillería, al ser dorados, tienden a acumular una capa de polvo que se puede retirar con un paño ligeramente humedecido con líquido detergente no agresivo. Para eliminar el óxido de la marca FAZIOLI y de los pedales, realizados en latón, se pueden utilizar pastas desoxidantes para metales que se pueden encontrar fácilmente en el mercado (Sidol o productos similares). Para limpiar el teclado se recomienda utilizar un paño suave con líquido detergente no agresivo. Es importante no humedecer las superficies laterales de las teclas.
Para obtener más información sobre la limpieza y desinfección del teclado, haga clic aquí.
Si se debe desplazar o trasladar el piano, conviene acudir a empresas especializadas y de confianza. Si se encargan estas operaciones a personal no especializado se pueden causar daños de gran entidad al piano por errores de manipulación.